miércoles, 28 de agosto de 2013

JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD - RÍO DE JANEIRO 2013


La Jornada Mundial de la Juventud 2013 realizada en Río de Janeiro configura la XXVIII edición de este evento multitudinario que organiza la Iglesia católica de forma periódica, y que convoca a los jóvenes de todo el mundo en torno a la figura del sumo pontífice. Esta Jornada en particular se consideró historiapor haberse constituido en motivo y marco del primer viaje del papa Francisco al extranjero en el quinto mes de su pontificado, y por el nivel de participación en sus actos centrales, estimado para la Vigilia de oración entre 2 millones y más de 3 millones de personas, y para la misa de cierre en aproximadamente 3 millones de personas, o más, con un informe de hasta 3,7 millones de participantes,18 en una Jornada que se considera la segunda más grande.
Los peregrinos registrados oficialmente procedían de 175 países, siendo el 60 % de los peregrinos de entre 19 y 35 años de edad. El mayor número de participantes provino de Brasil, Argentina, Estados Unidos, Chile e Italia.
El encuentro llevó implícitos desafíos diversos, incluido el reto de revitalizar el catolicismo en el subcontinente donde habita el 42 % de los católicos del mundo, caracterizado por una marcada religiosidad popular. El cronograma incluyó la visita al santuario de la Virgen de Aparecida, patrona de los brasileños, a una favela saneada del narcotráfico, a un hospital donde se recuperan jóvenes de las adicciones, a un Vía crucis en Copacabana y, hacia el final de su viaje, la vigilia de oración y la gran misa de la Jornada Mundial de la Juventud. Concebidas inicialmente para realizarse en el enorme predio Campus fidei del barrio de Guaratiba, la vigilia y la misa debieron reprogramarse para la playa de Copacabana debido a la inundación por las lluvias que acompañaron buena parte de la JMJ 2013.
En este viaje, el papa Francisco mostró la continuidad de un estilo pastoral indicativo de su deseo de vinculación con su grey, que incluyó su determinación de renunciar a la seguridad para estar más cerca de la gente. Para recorrer Río de Janeiro y Aparecida, se reemplazó el papamóvil blindado por un vehículo blanco totalmente abierto en los laterales, similar al empleado en las audiencias generales de los miércoles para recorrer la plaza de San Pedro, a lo que Francisco sumó roturas del protocolo ,incluso bajo la lluvia, para acercarse a los fieles.
Esta jornada fue todo un éxito, llego a los corazones de muchas personas y conmovió a miles de jóvenes y adultos que miraban desde sus casas.

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